jueves, 29 de marzo de 2012

Las preguntas tradicionales y las respuestas inesperadas


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS / LIBROS DIVERSOS

Las preguntas tradicionales y las respuestas inesperadas


Por José Luis Chavarri

De Sandro Cohen leí su irónico Guión de Entrevista a Escritores. Se me ocurrió sorprender, con algunos de los puntos de su cuestionario de 24 temas, a un filósofo. Este decía en sus clases y en conversaciones privadas: «No hay preguntas tontas; lo que hay son respuestas desanimantes». Como preguntar no es un crimen y fui el más terco y presionante de sus alumnos, preguntas que huelen a obviedad o ingenuidad de parte de quien las hace, como son '¿por qué escribes y para quién?; 'Para ti, ¿escribir es una profesión, un oficio o una afición?', '¿Tienes algún método para escribir?', 'Para escribir, ¿tienes algún horario o rutina?','¿Haces manuscritos o trabajas en computadora?, etc, las incluí en este ejercicio que juntos ensayamos.

«Después de todo, la filosofía, como mayéutica y dyada, se basa en preguntar y responder», me decía.

Para que Carlos López Dzur, mi entrevistado, no creyera que fue una pérdida de tiempo o chanza distractora, ofrecí que transcribiría sus respuestas grabadas, daría evidencia material del proyecto y además transformaría en un vídeo lo comenzado. No obstante, necesité mayores elementos, su tiempo y libros leídos de su obra, lo que no había hecho y López sabía. Con una sonrisilla maliciosa, desautorizaba que no había leído nada suyo y que, por tanto, sin ese interés todo es promesa y palabrería que se lleva el viento.

—¿Qué libros suyos me recomendaría y que están disponibles?

—De una u otra forma, todos mis libros están disponibles. Los doy gratis. Los subo al internet desde hace casi 20 años. Animo a la gente a leer, a enlazar, a comentar... y yo creo que sólo académicamente hay lecturas obligadas y un orden para cumplirlas al servirnos de los grandes literatos, filósofos, historiadores y científicos. Leer a conciencia y con el emplazamiento del currículo.

De mí se puede leer lo que se quiera, a gusto y capricho, cuando se pueda, o esté disponible. Nadie obliga que se me lea. Cuando se haga será por el placer, deseo voluntario, como debe ser para quienes no somos autoritarios ni porque se nos pague un libro.

—Eres una persona que ha sido entrenada en la lectura y discusión de filósofos del pasado y de los contemporáneos, das tu propia exégesis sobre ellos. ¿Escribir es una forma de conocimiento?

—Escribir, leer, vivir, viajar, sufrir... todo ayuda a conocer dos cosas que son la naturaleza humana: vocación sosegada por lo individual de sí mismo y, dos, conciencia creciente del entorno que nos enfrentará al ambiente, a lo social, amarga o creativamente.

—¿Por qué tiene que ser amargo el encuentro del entorno?

—No tiene que serlo. El hombre trabajador y pobre lo experimenta así; la clase media, a modo de manada, celosa de su confort, se ajusta a lo que sea. El creador entiende que debe darse una exploración o enfrentamiento creativo, empático y solidario, aún cuando salten a la vista los visos amargantes ante lo percibido o sentido. Caemos en cuenta que el mundo está muy jodido.

¿Y qué origina tal amargura? ¿Por qué la internalizamos? Está ahí, pero no es dada metafísicamente. La hicimos, la permitimos y se manifiesta como la ausencia de solidaridad, la violencia, el deterioro del entorno y de las relaciones humanas... ¡Yo, como escritor, no brinco de gusto al ver ésto, aunque yo en soledad ni pueda resolverlo, sin la ayuda de otros, ni negarlo!

—¿Hay algún episodio o persona de la vida real que te haya impulsado a escribir?

—Episodios que hayan acelerado mi inclinación a escribir, a explicar el mundo política y éticamente en lo posible, mencionaría el Caso del Cerro Maravilla, cuando la policía colonial de Puerto Rico, bajo el Gobernador Romero Barceló, entrampara y asesinara a dos jóvenes universitarios de mi generación. Eso es un factor. Mi admiración por personas que han estado cerca de mí, actitudes de mis padres y educadores, desde mi adolescencia al presente, influyen positivamente.

—¿Cuándo descubriste que eras escritor? ¿Cómo escribiste tus primeros textos?

—Cuando me hallé en medio del proceso de Huelga Universitaria en la Universidad de Puerto Rico en los '70 y absorbí los asesinatos de Antonia Martínez Lagares, adicionaré los asesinatos de dos jóvenes en el Cerro Maravilla. Vinculo estos hechos a mi primer proyecto de novela. Sentí intensamente. Dije: ya debo madurar como universitario. Los episodios tan diversos como fueron el enriquecimiento de las compañías extranjeras en Puerto Rico (mediante el Código Tributario 936, que las excluyó de pagar impuestos), bancos en crecimiento y lucro desmesurado y a tenor con ese tipo de economía voraz y extranjerizante en los '70, me dieron alas como narrador incipiente.

Tuve que recoger esos hechos, crear símbolos y crónicas con ellos, documentar y pintar la sicología y la tragedia de mi época al despertar ciudadano... Entonces, me entretuvo una novela, mi género favorito entonces, hoy e el cuento. Escribí mi primera versión de Las hienas o ensayos novelados y previos, donde a las figuras trágicas y antíheroicas (Richard Nixon, Romero Barceló, Rafael Hernández Colón, el rector de la yupi Jaime Benítez, el Cardenal Luis Aponte, etc.), las contrapuse a figuras de sustancia y decencia, a patriotas, como Juan Mari Bras y los 'nacionalistas' (albizuístas) liberados durante la Administración de Jimmy Carter en 1979. Esta última gente fue símbolo lumninoso en mi juventud y entonces.

Un episodio que marcó simbólicamente mi lenguaje y mi psiquis ocurrió en 1978, poco antes de la Matanza en el Cerro Maravilla. Fue el caso de la caída de Karl Wallenda. Se cayó desde una cuerda sobre la que se equilibraba con una vara en las manos. El viento lo tiró al vacío contra un espacio entre dos hoteles en San Juan, a la altura del décimo piso y se mató el pobre equilibrista de circo... yo comencé, a partir de ese día y por varios años a trabajar la novela, mi primera novela y en 1980, la terminé. La muerte de Luis Muñoz Marín, padre del Estado Libre Asociado, la Constitución colonial que rige la Isla, dio su título «La Caída» y un significado para él. Se cayó una máscara, una Estatua de Nabucodonorsor con pies de barro, una venda de mis ojos.

Quizás eso contesta la segunda parte de tu pregunta: ¿Cómo escribiste tus primeros textos? Además, mis primeros textos se motivan por una inquietud que me tentaría por la antropología. Descubrir a la isla históricamente, desde el Mem / la Fuente / y lo que bulle como un Coaj / potencial / en su pasado. Así veo el trabajo antropológico, buscar oro en cuevas y en charcas profundas, el oro de los histórico y raigal. En 1975, en el Norte de Ponce, se descubrieron las ruinas de unos asentamientos de la cultura Igneri y pre-taína. Me debatí entre qué gustos, antropología, filosofía o historia, y en que área sería apropiado que comenzara mi posgrado... En resumen, desde 1975, con mi interés por lo taíno, con mis trabajos de historia Oral y documental sobre el 1898 y los ciudadanos pintorescos del pueblo de San Sebastián del Pepino, supe que mi camino es la narrativa, la poesía y la enseñanza...



—Cuando propuse el cuestionario de Cohen, sólo había leído un ensayo tuyo, «La dimensión ética de Sequoyah que publicaste en tal revista, en el Número 1 de la edición digital. Ahora comprendo que tu interés por las etnias, lo antropológico, es mucho más vieja y no es por la gente nativoamericana... tu fascinación original no fue por los cherokees...

—¡No! Mi interés abarca por todas las gentes y etnias. Vaya, esta una de las cosas bonitas del oficio. El mundo de los escritores y poetas se plantea multiplicidad de intereses. El asombro y el afán explorador de un escritor entra en todo, manosea a gusto... Tengo interés por los indígenas mexicanos. Está presente en la primera novela que publiqué en papel, Simposio de Tlacuilos y por los aruacos, caraibas y tupíes, reflejado en mi libro Lope de Aguirre y los paraísos soñados. ¿No es paradójico que de mi autoría puedas leer textos relacionados a otredad que no me define: épocas remotas, guerras, masacres, holocaustos de todo el mundo, y también textos de amor, teoría sustentable, ternura por niños y ancianos, mística? en fin, que voy de lo más macabro a lo más tierno...



[Publicada por Ediciones Nuevo Espacio (Agosto 2000), 232 pages],

—Cuando estás en el proceso de escribir, ¿te retroalimenta la lectura de otros autores?

—Un escritor, si no es un fraude, o puro ego, es como toda persona de pensamiento sólido y coherente, teórica y prLcticamente, la suma de sus lecturas, profundos deseos y vivencias. La lecturas cuentan. Hay libros de los que hay que retroalimentarse, no para repetir o reiterar lo que ya se dijo en ellos, sino para mostrar lo nuevo, aquilatar lo que escapó a lecturas y críticas previas, o simplemente para diferir de plano, a partir de ellos. Reexaminar al contradecir y extrapolar... Hay libros cuya importancia es que son exponentes históricos de una equivocación que se perdura. Dogmas milenariamente manoseados. Son como 'aguas malvadas' de sumidero. Muchas veces el Establecimiento Académico enaltece esos sumideros de aguas estancadas y nauseabundas.

—¿Crees en la inspiración? ¿Tienes algún método para escribir?

—La voluntad de crear se nutre de una formación previa, el aprendizaje. ¿Qué alcance o mérito tiene aquel que es un torrente de cosas ya dichas y las designa su inspiración, o chorrote de conocimiento supuestamente nuevo? si no investigó antes lo previo, ¿de qué jactarse?... No, así no me gusta producir mi trabajo; por el contrario, me conformaría con conocer bien unas tradiciones literarias, y si pudiera innovarlas porque las conozco, lo disfrutaría. El lenguaje abre acceso... No hay inspiración, propiamente dicha... si... tal vez uno experimenta un 'fluir' enriquecedor de lo ya estudiado, giros impredecibles, momentos emocionales de exaltación durante la escritura que permiten que uno se aparte de texto conocidos o de lo que organizamos ciertas expectativas... Escribir no tiene por qué parecerse a la esquizofrenia, o a recibir dictado desde lo numinoso. Un texto puede cambiarse hasta que sea lo que queremos, una y otra vez; pero uno tiene que estudiar y explorar en esos campos 'numinosos'. Creo en arquetipos y misterios vivibles que nos rompe los esquemas de la Física Clásica por los que nos guiamos como siervos de la logicidad. Hay que aprender con inteligencia, o cautela y paciencia, para que nos pasen gatos por liebres. O para que nosotrois mismos no lo hagamos.

¿Método para escribir? ¿Qué significas con eso, muchacho? ¿Si lo hago a mano, o grabo, o tecleo? ¿O si lo hago al fumanr, o bebiéndome el vino, o bajo drogas? ¿Con música de fondo o tras una buena jornada de yoga gimnástico o meditativo... Te diré: yo, a la página en blanco, voy saturado de datos, frases, bullentes historias qy me gusta meditar por largo rato antes de escribir, meditar y tomar nota de mis ocurrencias. En este proceso, se trazan o asoman quintaesencia de algún contenido que nos entusiasma. Obsesiones, vagos recuerdos de lectura, lo que haya quedado como residuo de largas etapas de estudio, se transforman en poemas y en las notas que adquieren y con las que fluyes y, bien, se vale utilizar esa reminiscencia sobrante... yo trabajo con notas, a manuscrito y, si hay inspiración, es el momento de teclear, tras una maduración largamente pensada y haber escrito a mano.

—Una vez que tu texto está terminado, ¿lo revisas?

— Claro. Especialmente, en aras de corregir malos teclazos y lo gramatical. Además, soy recegato. Obviamente, necesitaré editores si se me ofrecieran publicaciones de libros que no sean autopublicarme como bloguero, que es lo que soy.

— ¿Se lo das a leer a otros?

— Sí. Lo comparto. O lo leo por teléfono y pido una reacción inmediata cuando si mi interés es la interpretación ajena. Tengo mucha gente que me comenta en privado, no son escritores profesionales, o colegas.

— ¿Me hablarías sucintamente de tus temas y cómo reflejan tu persona?

— En cada libro, al paso de los años, hay muchísimos temas, orientaciones y evoluciones de estilo, rostros míos, que sólo yo conozco y que se hacen obvias, en la medida que se me conoce; hay una etapa boricua y otra de 30 o más años en EE.UU., hay el influjo de cuando tuve estadías en Israel e India. Pero, en los EE.UU., donde estoy más involucrado en el estudio filosófico, sin que mi obra haya dejado de ser política y denunciadora, describe más lo que la naturaleza humana tiene dentro de sí. En fin de cuentas, escribo más sobre la tosquedad de su corazón, que acerca lo que se tiene fuera.

Mucha de las cosas que yo escribí sobre Puerto Rico o América Latina, escritas en mi isla, sin la experiencia de viajar, resultaron descripciones externas, ambientales, eventos observados, el habla de los ojos, ingenuidad del mero percibir... por ejemplo, ah, no había profundidad en lo que dije sobre la Marina yankee cuando se apoderó de casi toda la islita de Culebra, en 1971 o más o menos tal fecha, ah, ni en la descripción de la Plaza de Lares, cuando estuvo repleta y el pueblo acudió a ver a Lolita Lebrón, Andrés Figueroa, Rafael Cancel Miranda, Irving Flores, a sus héroes... Hoy yo leo aquellas cosas y me pregunto, ¿dónde está el vuelo, la pasión? si yo sentía todo aquello; pero, ¿qué me dice a m literariamente? ¡Pude dar más! sé que apenas me expresé como quien quiero. HIce un informe periodístico, no literatura con alma...

Mi estilo ha cambiado. Los ojos que observan ahora no son las pupilas; ahora veo con lo que llamaría, metafóricamente, el Alma... Utilizando imágenes hebraicas, kabalísticas, visualizo desde el Corazón Ascendente, que mira la humanidad de su isla, o la humanidad de cualquier sociedad, como una Vasija o Keli que hay que llenar con aguas limpias del Manantial Subterráneo, útero del alma. Ahora hablo como quise hablar entonces al describir los arribo cinco nacionalista y mi impresión al dialogar con Lolita Lebrón, aunque sea por cinco minutos, no tuve el discermimiento. Bueno, los escritores con la edad maduran.

Hay cambios progresivos en mi lenguaje poético y en mi prosa en la medida en que me he sentido bendecido y signado por la responsabilidad... Te diría que la nueva percepción, óptica y temática de mis libros, es más espiritual y no ha perdido su capacidad para acusar el flujo de 'aguas perversas', condenar conspiraciones del estercolero político, gente con manos sucias, cuya mezquindad humana simbolizo con las Aguas de Mara, que amargan y envenenan... Ese tipo de voz y denuncia, que limpia y deslinda, desde la literatura, no cambiará en ningún país en que yo esté.

Mi labor es, pues, separar las Aguas de Mara, que son las pasiones viles, de las aguas limpias, así como reprobar las manos-sucias, ensangrentadas y culpables, como las de ladrones, esbirros represores y militares... Bien, el poeta en cualquier nación, debe ser el portavoz de los tzadikim, obreros fieles en su tierra, y como tal su consolador, a la postre, el endulzador, pero sobre el poeta / el intelectual de corazón y limpias palmas, caerá el Establecimiento acusador, burlones que lo escarnecen y proponen su agenda perversa:

Confesaron su odio por los bosques
del léxico y quemaron los versos
escritos en rollos de vitela
y maldijeron al vitoco
(Consolador, hijo de Consoladores)
y la promesa informada por él...

***

Y llamaron al poeta mentiroso,
payaso, anti-héroe, vitoco
y pachotero, camino al tercer día.

Y el poeta persistió en la siembra
de su asombro, con savia fluyente
y con saliva de sus ríos profundos
entre cicatrices de los sequedales.

[Mb>Romance de Mara
de Carlos López Dzur]
— Bien que recuerdo ese texto, el tono de salmo de Romance de Mara, poema sobre los que no saben cosechar del árbol del poema. Y lo tenías en Tantralia... ¿Por qué lo cambias de lugar, de libro en libro?

— La raíz de ese árbol / el árbol del poema / me sirvió para escribir Teth mi serpiente, Tikkum o Tzadik y otros como El libro de la amistad y el amor... Lo cambio de lugar, o de índices, porque son va con la continuidad esencial de otros libros y como mis libros son virtuales, hoy lo saco lo saco de aquí y lo meto allá. Es parte de mis privilegios como editor y autor mientras el libro esté en mi dominio y lo pueda modificar. ¡Quien sabe si un día, llega un editor interesado, me publica ese libro y me advierte: deja el texto ahí y no jodas tanto!

En libro como Teth, mi serpiente, Puerto Rico, Betances, Albizu Campos y la necesidad de superar el colonialismo político, la dependencia subsidiada y administrada por los políticos coloniales están presentes y, te digo, mucho del contenido lo escribí en India durante 3 años y había estudiado el estudio del hebreo, la Kabbalah y la mística en general, para irme a Jerusalén... bien, me he permitido ampliar mi sentido de habitar, mi oferta de soluciones, mi caudal personal de luz y de entendimiento. Mudarte, viajar hasta las ventas de otros infiernos, irte al Desierto y subir al Sinaí, también ayuda mucho a formar un escritor, enriquece tu trincheras de lucha o denuncia.

—Díme otra cualidad general que puede caracterizar un libro tuyo; además de que hay poemas que brincan de un website o libro virtual a otro y son como tus marcas. Algo además de que te obsesiona la denuncia política.

—Obsesionarse por justicia no es frívolo. Permite que lo diga de otro modo. Mi obra literaria comenzó con la Caf y la Nube sobre mi pueblo natal, el Pepino. Es un comienzo puertorriqueño. Identifiqué sobre que palma pongo la otra. Las palmas de las manos son un bello símbolo de bendición para mí que soy un cabalista luriano. Quien bendice es endulzador en la sociedad acosada por resentimiento. No es una terca batalla política; mi batalla es por sembrar en otros confianza en el potencial de bondad, de cambio, de rectificación que nos compete como seres humanos... Para un politicista, aunque coincidamos en ideas, es obvio que soy un anarquista y mientras menos política y gobierno, mejor...

—¿Qué es Caf?

—La letra Caf del alfabeto hebreo / símbolo de la Palma de la Mano / se relaciona a la tierra en que regiré, al trabajo a realizar y por quien lo hago u haré. Trata sobre el por quien y ante quien me doblego y a quien tendré que suprimir... «Caf» es el verbo hebreo subyugar... Considera pues lo que puede decirse metafóricamente sobre Caf / la palma, o par de ellas cuando las juntas como oración, o en gesto humilde de plegaria... considera, si, que la palma indica que en Puerto Rico se me dio la identidad, allí ví la Nube que, humildemente, acepto y que ésta es la tierra de mi Deseo, la patria, y que el potencial de mi Hacer se manifestará en mis Palmas. Mis manos aluden el Trabajo. Esto que hago y haré literariamente tiene su impronta.

—¿Qué?

—Puerto Rico es el lugar donde he sido esculpido, por condiciones y agentes mayores a mí, para realizar una obra, dar mis propias Palmas Limpias y regir moralmente como Tzadik... ah, donde tzadik es sólo el obrero bueno, el hombre sin manos sucias, quien hablará con bondad y tendrá un mensaje decente que dar. Tzadik es todo el mundo: el médico y abogado honrado, el estudiante que aprovecha el tiempo... Considera ahora lo que te digo: Tengo tan alta estima del quehacer de los poetas / poetas-filósofos, poeta-ideolólogos / humanistas / de naciones y procedencias diversas y tanto que que les visualizo perpetuamente en su propia mitología sagrada... claro está, cuando digo mitología no digo leyendas mentirosas. O teología. Me refiero a metáforas en torno a Fuentes de Sabiduría que se ubican en la Corona de sus pueblos, lo moral de su altura y potencial de Deseo. Este darles un 'lugar' de dignidad al poeta / al artista en general / es también como darlo al maestro, al tzadik, al ciudadano bueno, al hombre justo, así en sentido hostosiano de moral social; cuando hoy se les refiere con cinismo, como si fuesen unas pilas de mierda o anacrónicos utopistas e inútiles, yo santifico a estos seres. Otros son quienes los cagan y denigran desde sus bocas amargas.

—Si estuvieras en una isla desierta, seguro que te llevaría la Torá o, ¿qué libro te gustaría que te acompañara? ¿Qué libros escritos por ti son tus favoritos y por qué? Seguro que tu Berkeley y yo no estaría entre ellos...

— Ciertamente, la alusión a la Corona mienta a Kéter, la altura del pensamiento como Sabiduría. Y Mem es la Fuente de la Sabiduría y la Torá es un gran libro de Sabiduría, ante ojos puros que sepan «leer» desde el Alma de sus pueblos, desde el potencial del corazón para el bien, así es el lector y poeta que lee / cosecha / del Arbol del Poema del que hablo en mi texto El Romance de Mara.

Un buen libro, un buen poema escrito, es uno del que se «beberán» esencias como de letras trascendentes, beber secretos, principios de exégesis, sabores primordiales... y hay ojos, manos y bocas de servicio para comunicar la palabra poética que tiene unidad y amor... Te describí lo que sucede cuando un autor se interesa en conocer dos cosas: una vocación sosegada por lo individual de sí mismo y una conciencia creciente del entorno que nos enfrenta al ambiente, a lo social. Ese estanque de aguas amargas que se describe en Romance de Mara, y en cierto modo, en el capítulo 15 de Exodo, es una parábola personal sobre la literatura.

Hay gente que sale al campo, o al paraje más hermoso de una campiña y lleva su actitud de amargura y de maldición. Unos hay que «confesaron su odio por los bosques» y ese léxico del bosque puede ser el pensamiento ecológico; puede que sea el defensor del agua potable para todos, quien defiende lo agrario, a la fruta jugosa y asequible, sin transgénicos, van todos los que preguntan: «—¿Qué nos endulzará la boca?— ¿Qué beberemos?» Mas, si el poeta, con corazón ascendente, es uno de los descritos cuando se emprende el mismo viaje...

... y salieron al desierto de Shur y anduvieron
tres días por el desierto sin hallar agua y llegaron
a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara,
porque eran amargas...:
Exodo 15:22-23.

los resultados son distintos. Hay represores, «hijos de Mara, incrédulos del árbol que endulza las aguas»; estos pueden ser funcionarios, corporaciones de contaminadores. Gente que daña el ecosistema, mar, tierra y aire.

El verdadero poeta endulza las aguas, no las amarga, las limpia y proteje. A principio del año 1990, yo sabía que tendría que escribir mi Teoría de la sustentabilidad. A mí, personalmente, me encanta este texto. Junto a maldecidores y amargados, a gente que, por pánico ante la escasez o las crisis de agua, estarán un día dispuesta a comerse sus excrementos, contrapongo a un poeta, o sea, el ciudadano previsor, creyente en una economía sustentable, en la vuelta al agro (como a quienes hoy toman por locos o vitocos); y comparo: a «aquel, el vitoco, / llamado poeta de los árboles» y entonces ante los desesperanzados por la condición de las aguas amargas...

... este sátiro poeta
sacó voz del ronco viento y semillas
de algún artificio del trigo
y flores de alguna espiga
de la maravilla...
y diría:
—¡Puebla sobre el poema
de las aguas dulces tu sustancia rojiza!
Combate a las crueles anemias del alma.
y el resultado será bendición... César Vallejo, Pablo Neruda, Mario Benedetti, Matos Paoli, Corretjer, Julia de Burgos, bueno casi todos los poetas, en cualquier geografía, tienen el don de tal magia, esto es, cambiar el sabor de las aguas, o limpiar los estanques, brotar y rebrotar de lo profundo, con fuerza de chorro propulsado. Si entendemos que toda la belleza y pureza de la poesía, del necesario mensaje, nace de un Manantial Subterráneo en esas condiciones, tenemos camino andado. Y nuestro estanque es el corazón que nos conecta al alma.

El rabino Akiva decía que esa fuente que viene del alma, «corriente que fluye, la fuente de Jojmá» (la Sabiduría) contiene el secreto de la letra Mem, o de Maim / el Agua y de la letra Lamed. Esta última es el símbolo del Corazón Ascendente... ¿Sabes que es un corazón ascendente? ¿Inventarías una especulación o metáforas, tú que te las das de preguntón y estudiante talentoso de Comunicaciones?

—No. Dígalo usted...

—El corazón ascendente en la Kabbalah es representado por una Torre Voladora. La letra Lamed. El corazón que vuela es como el torrente que brota, con propulsión del acuífero subterráneo. Es alma fluyendo. El corazón que no fluye, que no manifiesta pasiones, que no tiene esperanzas ni proyectos, es comparable a los hijos de Mara, en su camino hacia Shur, que no bendicen ni exhiben creatividad.

Un poeta es un corazón ascendente; uno que del subterráneo origen, de su pozo de agua, manifiesta su amor y deseo de servicio. El hombre creador es como el poeta que, en ese viaje al Desierto, clama:

—Sácialos de carotina,
Endulzador de las Alquimias,
para que vean más allá
de sus raseros xenoftálmicos
al bacalao pudrido de sus bocas,
su livor suplantador, dentro del alma,
sus fingimientos cárdenos.

Flúyelos sobre las aguas endulzadas
para que conozcan las ovas de la miel
y la leche verdadera...
y sigue ese creador / poeta / artistas / científico / obrero del trabajo / bendiciendo:

Bendito fue el durazno y el ciruelo,
el cerezo y el higo, vitaminadas
fueron, por causa de beber,
del agua dulce de algún texto,
las naciones y el que les dió ordenanza
y probó con agua amarga
y la Venus del espejo
y la Venus del pomo
y el odioso livor que incensó
a las hijas de Eurinoma
y las enterró vivas
por amar a los poetas
de Apolos...

[Romance de Mara / 9-7-90]
Un poeta debe enseñar a mirar más allá de las narices. Esa es la virtud de un lenguaje intensificado. Eso es vuelo, hacer volar la torre y enseñar a ver más allá de las narices, más allá de los raseros xenoftálmicos y la peste... El hecho es que para que el agua no se amargue, o se empoce o escasée, se va al escondite subterráneo del agua, al pozo que se implicita en el Utero, como el lugar más limpio, y ese es el lugar desde el que se nos bendice, y debemos trabajar contra las 'aguas malvadas', hedientes, de los raseros... El agua puede teñirse de mal, tóxico de vanidades y pasiones falsas; pero también tratarse creativamente. Y te dije: Lamed es la letra del Corazón Ascendente. Letra con que los poetas separan el agua sucia y la que beberán. Claro está, primero aprenden su Caf y su Mem, ahí les comienza el alfabeto.

El sabio Baal Shem Tov decía algo más sobre las letras que relacionan la Mem de la Fuente y la Lamed, que se relaciona a los verbos aprender, o enseñar. «Lo que haya que aprender apréndase por el corazón», secreto del Dar y el Recibir, de ahavá, amor y unidad, complementarse en la Mem, en el abrirse de las Fuentes, aprender a entrar al Utero divino y abrir, sus secretos, secretos de Eva / Havaiá / Conocimientos de la Serpiente... En un poema de Teth, mi serpiente sobre ese mundo de miserias, aguas perversas y putrefactas que vivimos y que nos produce amargura, escribo:

De la miseria de hoy no quiero más porción
que la que toma sabiamente el prudente;
que sea alegría tu irrupción, Serpiente
de mis bendiciones, Teth.

[El supremo dolor / Ver]

—Por lo que más dicho, por ese cambio de un ver a otro, debido a tu sensibilidad judía o por tal ideología y lo que ella supone en términos de sionismo, tienes una misión?

—No tengo más misión que la que tiene todo el mundo, tratar de vivir una vida honrada y decente. Ser poeta o escritor, judío o cristiano, no te hace mejor que ningún otro, no eleva tus deberes básicos con la sociedad. Como escritor o maestro, uno sí contrae roles y tareas, más o menos públicas y, bueno, son las mismas que tiene cualquiera que se educa. Uno debe honrar esa responsabilidad en la medida de sus talentos.

—¿Y cómo valoras tus talentos, te atreverías a asumir unos roles de liderazgo como judío, como anticolonialista, como militante de algo?

—Compartiría contigo, con más tiempo, lo que significa tal liderazgo, lo que es kabbalística y hermenéuticamente tal misión del alma, que es más compleja que la de aprender y enseñar. Concierne al Mashiaj, al que rige, porque es el Tzadik que se levanta, se forma y educa para ello... Hay un liderazgo de comunicación que está representado por Pei, le letra de la Boca. Una letra que significa el poder de hablar, oralidad, el aquí, el ser-ahí heideggeriano, el presente en cuanto es aquí y ahora...

Lo que me preguntas sobre roles y misiones adicionales a mi nivel escritural, a la modestia de la obra escrita, es tarea en la que aún no estoy ni formado ni interesado. En parte, porque soy anarquista, recelo demasiado los poderes públicos, las 'manos sucias', la boca malvada, la chacota de gente infame que suelen ser políticos. Detesto, además, la condición de los Estanques de Mara en el mundo... yo me conformo con poner la palma de mi mano, mi mano franca y amistosa, sobre el corazón de quienes se educan y comparten conmigo horas de amistad o trabajo.

Para explicar el poder latente del animar, comunicar calidez y confianza en otros, en un niño, en un alumno, el rabí Baal Shem Tov les palmeaba en el corazón, además que signuifica 'bendito seas'. Entre los católicos y evangélicos es frecuente que se imponga la palma de la mano sobre la cabeza de; creyente, gestos pietistas acompañado de histeria y griterío, o desmayos fingidos... No creo en nada de eso... Por otra parte, quiero que tenga ésto muy en claro: un judío no es más espiritual que cualquier otro mortal; sólo porque se ponga una kipá en la cabeza, o en su tradición nacional e histórica, se fundara una teocracia, después de experiencias de holocaustos, esclavitudes y guerras y ahora el sionismo de moda que masacra palestinos... Esto es mucha mara / amargura / inmadurez política...

... yo no usó kipá, pero toda mi obra literaria está bajo la Caf, la Palma de la Mano del Santo, el Separador y Bendecidor Cósmico y mi vida admite «el yugo de los cielos», o su Eterno Potencial... es muy poético mi experiencia y de gran responsabilidad espiritual, intuirlo, gozar del Kipá Cósmico. Esta Mano de Dios sobre la cabeza a veces golpea. Nos reorienta, otras nos bendice dulcemente. Vallejo, el poeta peruano, sabía sobre los golpes duros que da Dios cuando trata de poner su Kipá / su Palma / sobre nuestra dura cerviz...

—Imagino que no hay muchos judíos en Puerto Rico, o los que hay se fueron del país. Tienes en la red una novela sobre en el Caribe, en Cuba y Puerto Rico...

—Sí. Esa novela si la publicaría en papel...

—¿Y por qué no... sucede?

—Será un golpe de Dios... En cuanto a lo primero: para mí, todos los boricuas son judíos espirituales. Son como peces y nadan en sus estanques, muchos mueren asfixiados fuera del agua, en tierra seca. La cuestión puramente étnica-racialista no me interesa. Lo que me interesa es si entienden el arquetipo, el espíritu de lo que te digo. El Rabí Akiva enseñaba que un judío es una persona cuya alma es un ojo interior, un corazón que testifica la unidad esencial de Dios. Esa persona puede hallarse en cualquier lugar del planeta, no sólo en Medio Oriente y en la aclamada Tierra Santa y siempre ha de ser juzagada por lo mismo: ¿Con que ojo o qué corazón miras al mundo, ves la unidad y la justicia? ¿Con un ojo bizco, con dos varas, con una boca amarga, con manos sucias y perversas?

Es decir, si ha nacido en Israel, semita al 100%, judío de sangre y señal, y ante el Muro de Jerusalén, no siente que Dios es el mismo en todo el Universo, que su esencia impregna todo lo orgánico e inorgánico, que la justicia no requiere dos varas e hipócritas estándares, usted es sólo un racista que clama privilegios, se mete su Dios en la boca, pero no el corazón. Lo muerde y lo llena de babas.

—Eres un látigo de los sionistas. En las clases, se decía que usted es ateo y que oir eso lo van a echar... y que Heidegger y Camus son humanistas ateos, usted el compinche de ellos dos.

—Fíjate cuán poderoso ha sido el cambio en mí. La tolerancia / sumada a la autoridad interior / que me inspira mi formación kabbalística, aunque otros me quieran aplastar con el pie... No tiene una mínima importancia si soy ateo o no. O cómo otro se explique o represente lo que sea mi persona ante la divinidad. Esa es una experiencia individual en cada persona. En última instancia, uno puede ser devoto de quien se le pegue la gana, hasta de una ficción. Para mí, lo que hace una diferencia, lo que importa es si usted ama con convicción y ese amor suyo lo capacitó para la convivencia, para hacer justicia a la comunidad y protejer su hábitat...

El más anti-judío de los judíos y ante el mundo entero puede ser uno de ellos. Quien entiende los significados y belleza de la Torá puede entender a los Sagrados Libros Védicos, El Corán, todas las mitologías, el por qué de los Arquetipos y de muchas costumbres... ¿Para qué es la creación literaria, su nivel poético, los estudios multiculturales, el quehacer del escritor, sino para aprender para enseñar y comprender para al final codirigir, o dialogar multiculturalmente. El convivir es amor, agua pura y es ya luz de Dios...

—En estos tiempos, el sentimiento anti-semita aún prevalece. Odios y discrimen por razones de religión, ¿no le preocupa? ¿asociarse a ese judaísmo>

—Sí, me preocupa que haya quien no entiende que judaísmo y sionismo no son la misma cosa. Ni la nueva Derecha Cristiana lo mismo que la iglesia cristiiana primitiva a la que debemos muchos de nuestros valores occidentales, así como al judío sefardita mucho de nuestro sustrato interno, aún los boricuas... Eso es parte del aroma y sabor de agua amarga que nos toca rectificar y recobrar. Lo importante es sacar provecho de la parte creativa.

—Con respecto a tu lugar en Puerto Rico, seguro que eres el único que escribe así, con esas mezclas de imágenes y términos hebreos. No eres solemne, pero tampoco estás componiendo ragaettón.

—Si es así, mi estilo nuevo, es un aporte a la literatura de mi país, ¿no crees?

—¿Te aisla, va en tu contra que escribas mística, ese tipo de libros tan minoritario, o tan único, por lo nuevo de temas o lo exótico de su verbalidad?

— La literatura latinoamericana y puertorriqueña es capaz de entender mi obra, disfrutar su originalidad y mucho más. Agradecerá este enriquecimiento y yo estoy feliz en dar tal aporte, aunque parezca exótico, ¿exótico dijíste? De hecho, más exótico es mi Tantralia y se ha llevado mediantes ponencias a Congresos de Hispanistas en Nueva Delhi (India) y por los brasileños... Ni de mi pueblo ni del mundo, es decir, de la gente pensante y sensible que es quien lee otra cosa que no es basura, creo que esté muy lejana y opuesta a mí. Vamos en líneas paralelas, aunque no se toquen, hacia una misma dirección y no es la mierda o la tosquedad del nihilismo o la animalidad...

—Una pregunta al estilo de Cohen, ya que el tiempos nos apremia. ¿Te gustaría agregar algo más?

—Sí. Primero que yo no cambio por un gorro, o una kipá de tela este gozo mío, que es auténtica gracia, Bendición Divina. Y no acepto una Boca / una fatua boca de Pei / de retórico / predicador de esquina / o de kiosko / a cambio de mi modesto lugar de poeta. Soy un pez de fuego en esas aguas del mundo / no me meto en Estanques de Mara si no para ir a limpiarlos con el Arbol del Poema, mi vara... y yo he sembrado algunos árboles muy hermosos: Tantralia es flor de gozo de mis árboles, la Teoría de la sustentabilidad es como exhorto, o convocatoria sobre lo que tenemos que hacer empíricamente cuando el mundo está en crisis, o necesitamos refugio, ya que política y económicamente asoma la bancarrota. Digo que no somos los del 1% y sí del 99%, suficientes como para no dejar que nos desmantelen la divinidad interior, deforesten nuestra esperanza y la justicia que socialmente urgimos.

Yo educo para el Tikkun Olam, la rectificación, la esperanza y la resistencia. Llevo mi corazón a la Fuente, con mi letra de Lamed vibrando en mi Psiquis, o rebrotando con propulsión a chorro de lo más subterráneo de mi conciencia, mi pozo espiritual y poético, aguas de Mem...

Mira, en segundo lugar, gracias, por este diálogo. El ejercicio, con el guión de Cohen. Me díste ocasión para fluir desde un par de letras.desde mi pozo. El alfabeto de mi propio guión es sagrado. Hay que hablar sobre todas las letras un día que tengamos tiempo y glosemos juntos mi texto A Crátilo y sus amigos tartamudos ya que sobre Lamed no dije todo hoy y la poesía cura. Tenemos que lamer del abecedario otra vez:

«... vamos lamiendo el Ser del Corazón,
aprendiendo apenas a decirlo,
a sacarlo como aliento,
emanarlo en ascenso
como en torre de incienso
o pilares en humo,
somos una keli / vasija / con asas rotas,
ave-chuchos que ni sube con alas
ni se desprende del peso que lo ata
y vuela con el Vuelo prometido del Poema
y la Enseñanza posible
en el Hacer de Lamed»...

[José Luis Chavarri, estudiante de Maestría en Ciencias Sociales de la Universidad Chapman, Orange, California]

Noviembre 2004.

____


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miércoles, 28 de marzo de 2012

La historia asusta / Dios y el terror / El pozo mágico de Rea / Donde me amas


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS / LIBROS DIVERSOS

De «Teth», «Yo soy la Muerte» y «El hombre extendido»


El supremo dolor

Si no aprendo a sufrir, ni entiendo
ni me plazco en esta soledad ermitañera,
indigno soy de Jesod y de subir
al Monte donde se visualiza
la Tierra Prometida y su abundancia.

Quien quiera la Corona de Zeir,
vaya al descenso, crezca primero,
purifique, de pure porque 10 veces diez
perfecciona al cuadrado y belleza
sólo atiene la chispa virtuosa.

De la miseria de hoy no quiero más porción
que la que toma sabiamente el prudente;
que sea alegría tu irrupción, Serpiente
de mis bendiciones, Teth,
que me da espada flamígera,
dragón ardiente en las zarzas.

Oh, voz de supremo dolor,
házme luz y punto vacío en el tzimtzum,
oh mono soy en el ojo de la aguja
y en los riscos de la contigencia desfallezo.

Oh voz de supremo dolor, voz de asociación idónea
y kairós oportuno, vpoz de bitul
que auto-anula, házme intuitivo
para aproximar mi andada
hacia lo que ha de ser.

De Teth mi serpiente

DONDE ME AMAS


Es en la tierra que llamaste Netzach
donde batallo y la contrariedad se asoma
y en mi mejilla un enemigo pega
para ver si la dulzura permanece
en mi cara; es en Netzach
donde la voluntad vale tanto
como la afilada espada de Zain.

En la cotidiana lucha, el deshonor
me busca, asaltándome si estoy desprevenido;
pero mi báculo no me abandona en las noches,
ni en los días de penumbra,
me apoyo en él para que venza el empeño
que repara, el Tikkun que bendice.

Pero es aquí, en la tierra que llamaste Netzach,
donde me hicíste guerrero y el premio
funde el intelecto y la intuición
y soy unitariamente trascendido.

§ § §

Misterios de lingam-yoni


¡Cómo lucha en tí, tensionada tu alma,
la cuerda de mi enlazamiento,
cómo la vibro yo,
el enamorado,
ungido de tus sedes, apto
para tus humedades y gemidos nutricios!

¡Como lucha el Amor y el Deseo
antes de orgasmar el equilibrio y el descanso
en interno despertar de los gozosos!

§ § §


LLAMADO A LOS HEROES


Cuando nací el héroe fue llamado.
Para que yo fuera testigo aproximado
y sintiera las fauces de lodazal sangriento,
los homicidas me dieron compañía
y se dijeron la raza de mi gozo.
Y no era cierto.

No supe que es heroico,
o acaso es masoquismo,
asomarse al esqueleto, amanecer urbano
y aprender el utensilio del cuchillo
por sus nombres curiosos,
o acaso evolutivos, y sobrevivir.

Respiré el prestigio de las viles costumbres,
obsceno aprendizaje, ver de plano
cadáveres y mundo y es todavía
el día que no lo quiero y digo, acaso con mentira,
que no es cierto y es cierto
y me duelo heroicamente en el silencio.

§ § §

NO ME GUSTA ESTAR AQUI


No me gusta estar aquí
con los ojos abiertos.
Cómo empieza todo lo que narro:
ser cobardemente y ganar
la medalla y apretar los puños
de este modo;
evadir el conflicto
que el miedo y el remordimiento
no me atenúa ni solve.

Han de pensar que soy cobarde
como maldición que gritan las rodillas
y han de burlarse de mí que creí
a causa de la castidad temprana del pellejo.
Aquí estoy con los ojos abiertos, pero amenazado.

5-17-2000

LA CRUZADA A OSCURAS


A nadie tengo aquí en la sombra de mi piel
sino a las bestias, al ave, al jabalí;
a esos nervios a los que doy celada
para no estar solo, aislado, en suspenso.

A nadie tengo que escuche y comprenda
la gratitud que me inspira lo vivo.

Ofrendo el primer canto lejos de aquella mujer
que danzó al ritmo del bambuco.
Voy a buscarle horizontes.
Y la separación duele.

Ella me observó como la noche vestida
de sus soles y me exhibió sus pechos de brasa,
y yo le dije adiós. Un adiós negro como el cedro.
Un adiós oscuro como aquella noche
y el sendero y el cruce y la alambrada.

7-13-1980

A TU ARBOL


a Julia Ortiz Alicea / Yuya amada
Ayer cuando tuve mis ojos
disparados en lo puro y natural
de una mañana, ví el árbol en mi patio.

Y que salías de él
con tantas hojas y ramas
y siluetas vegetales de abundancia.
Y en esa vida descubrí tu rostro,
tu cuerpecito suave
de huesos duros y adorables.

¡Eras tú, mamá!
¡Y qué bella fue tu salida de los árboles,
tu habitáculo de ninfa,
tu figura con olor de almendras,
tu pulpa de guayaba,
tu corazón de durazno,
tu rojez tibia,
tus ojos cómplices
del azul del cielo,
tu amplitud de brisa,
tu fidelidad fija de raíces
como signo de tierra,
tu mansedumbre aparente
de Tauro / Capricornia!

9-3-1998

EL PARRICIDA


Ahora me llaman el parricida y mi memoria
me sigue a todos lados. Y me escondo
por mi cuenta cuando Urano no existe.
El semen anega mis caminos.
Salpica a mi paso todo lo que encuentro
y entre charcas del semillero lácteo naufrago.
Resbalo, caigo y lamento.

Mi esposa se niega a darme noches e hijos.
Se ha inventado el trauma de la sangre.
«¿Qué se puede esperar de quién mató
al padre suyo, quien es el padre mío?»

Hermana mía, el Cielo está medio vacío
y mi estómago seco. No hay delicia nutricia
después que formulaste las acusaciones:
«¿Qué se puede esperar de criminales?»

El hombre extendido

EL POZO MAGICO DE REA


Y el parricida se convirtió en caníbal…
Y caníbal soy, sin el pozo mágico de Rea,
lo femenino; parricida soy. No encendí
el fuego reconciliador y fascinante
que pudo unirme a él, padre olvidado.

Es que estuve en el ombligo de mi madre
cuando ella se creyó centro del mundo.
Ahora tengo el Hades intramundano por camino.
El devenir se volvió un escarabajo.

DIOS Y EL TERROR EN LA HISTORIA


Dios viene cuando le da la gana.
Entra al mundo y al hombre sólo cuando le place
y no le importa que le digas: «No vengas».

No oye consejos de nadie. Se mete a las prisiones.
Se goza en la cantina y sale del bar enterito.
Echa sus pláticas con quien menos lo quiere.

Se da un nombre de granuja y predica el dolor
o el regocijo. Se alegra del que adquiere
un consuelo en medio de esta razón a ultranza,
el vil racionalismo.

La fe se manifiesta cuando uno la comprende.
A veces, no sé cuántas, Dios es el terror manifestado.
Se esconde la sotana y folla con mujeres,
y e El calla. Y ella calla. Y éstos es sagrado.

El no se mete al mundo por razón del majadero.
Los pendejos y los criminales delinquen.
Y el mal en el mundo sigue su explotación perenne.

Uno, sin embargo, descubre algún consuelo.
Tropieza y se va de bruces y, al final se levanta.
Uno dice que no hay dolor que dure para siempre.

La vida es corta y se parece a un mambo;
hay tan hermosos abismos y placeres
que uno se tira por ellos, se ríe y danza.

INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LA PAZ Y EL PERDON


Cuestión de inteligencia emocional
que se midan los riesgos; yo,
en las páginas de un libro apolillado,
me encuentro un pasaporte de alegría
y voy con mis perdones,
tan lirondo, cantando.

A veces la paz me la brinda su agudo siseo
de serpiente; a veces, por lo mismo,
la tristeza la desata el pájaro en la rama,
sin nido, o me alcanza un bolero,
evocación de algo extraño, melodioso,
nostalgia perdida, lloro de algo vivo
que está en los sumideros.
Me compadezco.

HAMBRE Y LLANTO DEL CRECER


Desde los días de mi parto, comenzó el llanto
que hoy, sólo en ocasiones, escucho;
se transformó de llanto en hambre
y evoluciona, en lamento
menos dolorosamente.

Al fin, es desaliento, estrés, porfía
en rutinas muy poco deseadas.

Al fin de cuentas,
por mucho o poco que haya sido,
digo adiós al hastío.

A veces me descubro menos infeliz
y aseguro, «no lo merezco».
Veo a otros que padecen mucho más
y carecen de ojos y no ven
otros bosques y piernas
que caminar o explorar
co lo dulcemente dado.

5-9-2003

LA HISTORIA ASUSTA


Una linda mujer me quita las fatigas.
Una musa de carne y hueso me devuelve propósitos.
La dicha aún musita lindamente y me llama.
Esta es la paradoja. El dolor se alquimiza.
La piedra bruta tiene días para forjar el oro.

Esta es la fe por la que digo:
«Aún podemos. Tras la sinrazón
que limita y desfigura, lo sublime da pálpitos,
hay claros en medio del olvero.
Hay misterio de amor en arquetipos».

Pero es verdad. La historia asusta.
Te jala los pies y tú te cagas o te mueres de risa.
Todo depende del Dios que te da ventanas
y de entrar por ellas como luz en tus ojos.

LOS CAMINOS


El camino ya no es lo que fue.
Hoy son demasiadas pisadas y huellas borrosas.
La hojarasca cubre todo. Urgen las manos escarbadoras
y las pezuñas afiladas. Urge todo en la eras sin metarrelatos.
Hasta para el hombre extendido falta olfato.

No hay referencia racional ni una guía
ni un faro. El horizonte es una noche oscura
y una bala perdida y una fantasmagoría
de fríos súbitos y gemidos parciales.

El caminante tantea. Es todo lo que puede.
Escarba en tierra cuando piensa en las viejas
razones circunstanciales que antes llamó una pista
del olfato, instintos de un proyecto vivido.

El camino se ha vuelto polisémico.
No es fácil colegir un destino cuando todo
es fragmentario, ajeno, sin los mutuos valores
del que pensara una historia lineal, madre
de todos, unificadora de hablas y sentidos.
La ruta huele a dispersión y exterminio.

12-5-2002 / De El hombre extendido

QUE DIOS NO VENDRA NUNCA


En vano que le digo: No vengas.
No entres a casa. Estoy como mi lloro desnudo.
Sin una frazada de tu fe en el centro de la cama.


El optimismo es un dios tan profundo que te crispa
Los nervios cuando se vuelve dual y se filtra en la Maya
de tu rincón humano, el orden natural y el tiempo.

5-9-2003 / El hombre extendido

________

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martes, 27 de marzo de 2012

Somos dignos del poema / La venganza de madre e hijo / El camino / El Hombre Extendido


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS / LIBROS DIVERSOS

Estéticas mostrencas y vitales


SOMOS DIGNOS DEL POEMA

Somos dignos del poema de la Vida.
De arribar con gozo después de 3,300 años
al pie del Monte Sinaí y reclamar una Zarza ardiente
de la que salga el Gran Cuaderno Verdadero.
Alguien tiene que leernos con dulzura
dedo en lo Alto, Boca desde el fuego
al final de tanto sufrimiento
y cansancio
y angustia
que somos dignos del poema de la vida.
Un Pez fiel, doblado de tanto servicio
en lealtad y en amor.
(y mucho fue su nadar en seco porque el Desierto
es marea que se retiró de la playa)
tiene que decir, «Vine carajo, sal
del ardor de la zarza»
y págame. Es el Día de la Cuenta de Omer,
estas son las siete semanas
de la épica en dolor
y hoy el día final del pez de fuego
revolcado en arena, sin agua de Mem .
Llueve el poema de la vida para mí.
Llévame en la cresta de la ola,
lejos del sequedal, devuelve un contenido
a mi vasija, vacaí quedó el keli
y somos dignos del poema de la vida.

*

PARA QUE SEAS COCIDO EN BUEN SAZON


It is never too late to rectify a past failing. Even if a person has failed to fulfill a certain aspect of his or her mission in life because s/he has been "ontaminated by death (i.e., in a state of disconnection from the divine source of life) or on a distant road from his people and God, there is always a Second Passover in which s/he can make good on what s/he has missed out»: Yosef Yitzchak Schneersohn (1880-1950)
A los realengos del mundo,
a quienes se han sabido caídos,
pobres, hostilizados, oprimidos,
y sin ver la palma con la sombra
o Mano Invisible protectora,
a quienes se invitó al Desierto,
a abrir la mar en dos y rajar las mareas,
doy la segunda oportunidad.

Eso es así: crean o no la crean,
porque allá, en la ciudad, en zonas de confort
ante sus miedos, el sol les tira del pellejo,
baña de ira o impotencia
y el Estado los desolla vivos.

Allá no hay sombra, pero, en la soledad
del Desierto, florezco en corazones
como en segundas pascuas
y doy alimento
a quien creyó que, por última vez,
comía..

El Confortador habla claramente
cuando exhorta «Echénese a andar
aunque están cansados.
Todo es por el buen sazón de sus vidas».

Y yo no hablo con doblez;
yo preparo a redentores y anarquistas,
peces que se han quedado sin aire,
asfixiándose fuera de Mem.
útero eterno de justicia.

Yo el Gran Guisador en la Cocina
del Pésaj Sheini, conozco con que leña
trabajo, en que burén preparo el alimento
el 14 de Nissan...

*

VENGAN LOS REALENGOS


Vengan mis realengos, fluídos peces,
anarcos de asfixia, nadie les lanzará indirectas
o va a pegarles con foete, ninguno hay que zahiera
que se arriesga hasta aquí,
invsor e intruso, acá donde la sed
es lenta muerte y hasta las zarzas arden
antes de que aparezca la Redención
mnifestada por la SabIduría.

Son los merecedores.
Van a beber del Poema palabras que quitan
la sed que mata en las ciudades;
van a comer el Pan que cae del Cielo.

Sólo a los merecedores saco entre los realengos'
sólo de ellos, a los más pobres,
hago que sean los más ricos
y los cocino
en buen sazón
porque son sabrosos.

*

NO TIENES QUE ARREPENTIRTE DE NADA


«They approached Moses and Aaron ... and they said: ...Why should we be deprived, and not be able to present Gods offering in its time, amongst the children of Israel?»

«Speak to the children of Israel, saying: Any person who is contaminated by death, or is on a distant road, whether among you now or in future generations, shall prepare a Passover offering to God. They shall prepare it on the afternoon of the fourteenth day of the second month, and shall eat it with matzahs and bitter herbs»:
Numbers 9:1-12
Soy quien preparo las Ofrendas de Matzah,
yo, quien en el Desierto enciendo
la hornilla ecológica de sol
sobre una zarza
y hago sus pascuas, aderezo de modo
que nada haya sido tocado / contaminado /
por muertos en vida, máscaras de chusma
que ocultan robo, estupro, discursos
de patriotismo impuro y rituales canallas
amparados por presunta ley
y Estatus Quo.

No cenen con esos cenadores de escoria
en las Senadurías. No lo hagan.
Cocino yo en el Desierto. Lo haré para ustedes.

Confiero el regocijo que les librará
de sus náuseas y quebrantamientos.
Y del arrepentimiento AMARGO

No dejaré que se echen a espaldas
culpas, haberes y haceres
que en nada les competen.

Ustedes son los merecedores
y son mis inocentes.
Son mis niños, ofredantes
que piden su Matzah y guardar
en memoria los días
en que llegaron solos, a medio mutilar
porque el desprecio les confiscó
las opciones
en las grandes ciudades.

Ustedes llegaron con pies calientes,
con talones heridos y entumidos dedos.
Y yo, cocino para ustedes, Niños del Libro,
y les pido el día primero de Nissan,
el día primero, Trabajadores del Espíritu,
dos semanas antes del primer Aniversario
del Exodo, que recuerdan el por qué llegaron
y seguirán llegando,
con piernas-herederas de llagas,
curables por la esperanza y el cuidado
ante piedras de los viejos caminos.

Ustedes, realengos, llegaron
pero, al fin, se reencaminan
hacia donde estoy haciendo sazón
con hierbas, buñuelos a la brasa
con berzos de la Zarza de Hashem.

*

LA CRUZADA A OSCURAS


A nadie tengo aquí en la sombra de mi piel
sino a las bestias, al ave, al jabalí;
a esos nervios a los que doy celada
para no estar solo, aislado, en suspenso.

A nadie tengo que escuche y comprenda
la gratitud que me inspira lo vivo.

Ofrendo el primer canto lejos de aquella mujer
que danzó al ritmo del bambuco.
Voy a buscarle horizontes.
Y la separación duele.

Ella me observó como la noche vestida
de sus soles y me exhibió sus pechos de brasa,
y yo le dije adiós. Un adiós negro como el cedro.
Un adiós oscuro como aquella noche
y el sendero y el cruce y la alambrada.

7-13-1980

El tránsfuga cósmico


Mi camino en la tierra se pierde en los milenios.
Es condena uranofóbica que deambula en la sombra.
Evade uno y cada uno de los cuerpos.
Sepulta toda luz, sólo se mira a sí mismo.

Un sol es que depreda y me alcanza.
Un sol es que muerde.Y aún no sé por qué
si la luz es infinita y el sol
cuando amanece sale para todos.

Vago como vaga el karma en las edades
del poder ilimitado y el placer caprichoso.
Una chispa disparada soy en lo frío de la noche.

Un perecer detenido, aún cargado de fuego.
Mi padre dijo: «Mi fuego es para Ella.
Y ella es sólo para mi fuego».

EL CIELO ES CELOSO


El cielo es celoso y yo no lo comprendo.
Es tan inmensa la Urania. Y mi madre lo sabe.
Y un día lo preguntó: «¿Que haces, esposo mío,
con los hijos del fuego que comparto?
¿No enciendo yo la llama que relumbra en tu pabilo?
¿Dónde escondes a los hijos que te doy?»

Tal vez la unidad no aspira a dividirse.
Tal vez la soledad no quiere compañía,
tal vez el amor indivisible se sienta avergonzado
y no se atreve a ser dual y no se atreve a ser múltiple.

LA VENGANZA DE MADRE E HIJO


No fui el primero, no.
Fui el último que heredé los ojos
de mi padre y quise inútilmente solazarme en ellos.

Soy el advertido de que La Tierra llora;
el primero que dije a mis hermanos:
«Nuestra madre sufre por culpa de su esposo».

Fui el primero que intentó el consuelo
desde las grutas profundas de la vida.
Escuché la queja y me hice hombre...

«¡No escondas los hijos que te doy.
No los apartes de las caricias de mis dedos!»
Ese día la Mujer inventó la madre humana.

Pero el amor es celoso. Y los celos
se vuelven homicidas y se heredan en la hoz
que empuñamos, dizque por redenciones.

La Urania es un espejo de la psiquis,
no piedra, no pedazo de hielo de los polos…
Y ella, transgresora, me dio la hoz.

Y rompio el orden cósmico y se hizo natural
como mi mano y vulnerable destino.

Me dijo: «Sálvate y mata»… Y yo lo maté.
Me cansó el eterno exilio cosmogónico.
Yo, el más pequeño de los yoes. maté al padre.

... quien me escondió en el abismo.Yo maté, sí,
yo fui el primero que maté y, por tal causa,
seguirán matando los hombres.

17-06-2000 / El hombre extendido

EL PARRICIDA


Ahora me llaman el parricida y mi memoria
me sigue a todos lados. Y me escondo
por mi cuenta cuando Urano no existe.
El semen anega mis caminos.
Salpica a mi paso todo lo que encuentro
y entre charcas del semillero lácteo naufrago.
Resbalo, caigo y lamento.

Mi esposa se niega a darme noches e hijos.
Se ha inventado el trauma de la sangre.
«¿Qué se puede esperar de quién mató
al padre suyo, quien es el padre mío?»

Hermana mía, el Cielo está medio vacío
y mi estómago seco. No hay delicia nutricia
después que formulaste las acusaciones:
«¿Qué se puede esperar de criminales?»

El hombre extendido

EL POZO MAGICO DE REA


Y el parricida se convirtió en caníbal…
Y caníbal soy, sin el pozo mágico de Rea,
lo femenino; parricida soy. No encendí
el fuego reconciliador y fascinante
que pudo unirme a él, padre olvidado.

Es que estuve en el ombligo de mi madre
cuando ella se creyó centro del mundo.
Ahora tengo el Hades intramundano por camino.
El devenir se volvió un escarabajo.

*

ZANJONES DE SEMEN


En zanjones y en estanques donde reina
la sombra húmeda y el semen de mi padre como barro,
duermo y me despierta el sol, mordiendo estiércol
desde el ocaso. Me embriaga la luna
y me da sus puñales.

Bebo, haragán de sueños.
Bebo, bebo, enloquecido, con las culpas
del crimen y la herencia de una ley inexorable:
condena sagrada, edípica culpa de los ojos,
porque yo lloro y mendigo
siendo un rey transmundano
e hijo de reyes históricos.

Para alguna energía renovadora, a hurtadillas,
me robo los manjares del palacio; me los trago
y absorbo desde un vientre fecundo.
Es la sangre de mis hijos.

«Tú eres sabrosa, Hestia,
pero tengo que devorar la amarga fruta, tú,
aún más sabrosa, Deméter, pero debo comerte
igual que a Hades y en Poseidón,
me beberé los mares».

PESE A TODO, TE QUIERO


Voy a darte una piedra, esposo mío.
Una pócima de amor.
No es un veneno.
Es placebo quizás; una piadosa roca
de mentira que aceito con tu nombre.

Soy tu esposa
y tu hermana y, pese a todo, te quiero.

Andas ebrio, azaroso, pordiosero,
por campos y ciudades.
Devorar a tus hijos y llenarte de culpa
te vuelve vagabundo.

Ya ni yo misma me acuerdo
de tus besos; ya no sé si guardas la ternura primigenia
con que nació la alborada y el fuego y la esperanza
en las grutas escondidas que nos dio el padre Urano.
Voy a parir el consuelo otra vez.

Quizás no comprendas lo que hago.
Te voy a rescatar humanamente para que vivan
tus generaciones y se haga el hombre extendido.
Tu pequeño está por nacer (lo llamaré Zeus,
el nuevo orden) y tú vendrás a exigirlo
y a robarlo; pero esta vez, no podrás.

Voy a salvar a ambos, parricida.
Voy a cortar tu paso en las edades kármicas.
Te daré una piedra de consuelo.
Voy a fundar un héroe verdadero.
Lo harás copero en el trono de tus desvaríos.

Vas a quererlo sin saberlo.
Con él, vas a entregarlo todo.
Vomitarás sobre el pecho mis generaciones
y tal vez llores conmigo, por primera vez.

Voy a fundar el ser del hombre.
Ya no serán titanes del capricho
ni títeres del Destino
las criaturas nacidas en el mundo.

17-06-2000 / El hombre extendido

DIOS Y EL TERROR EN LA HISTORIA


Dios viene cuando le da la gana.
Entra al mundo y al hombre sólo cuando le place
y no le importa que le digas: «No vengas».

No oye consejos de nadie. Se mete a las prisiones.
Se goza en la cantina y sale del bar enterito.
Echa sus pláticas con quien menos lo quiere.

Se da un nombre de granuja y predica el dolor
o el regocijo. Se alegra del que adquiere
un consuelo en medio de esta razón a ultranza,
el vil racionalismo.

La fe se manifiesta cuando uno la comprende.
A veces, no sé cuántas, Dios es el terror manifestado.
Se esconde la sotana y folla con mujeres,
y e El calla. Y ella calla. Y éstos es sagrado.

El no se mete al mundo por razón del majadero.
Los pendejos y los criminales delinquen.
Y el mal en el mundo sigue su explotación perenne.

Uno, sin embargo, descubre algún consuelo.
Tropieza y se va de bruces y, al final se levanta.
Uno dice que no hay dolor que dure para siempre.

La vida es corta y se parece a un mambo;
hay tan hermosos abismos y placeres
que uno se tira por ellos, se ríe y danza.

INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LA PAZ Y EL PERDON


Cuestión de inteligencia emocional
que se midan los riesgos; yo,
en las páginas de un libro apolillado,
me encuentro un pasaporte de alegría
y voy con mis perdones,
tan lirondo, cantando.

A veces la paz me la brinda su agudo siseo
de serpiente; a veces, por lo mismo,
la tristeza la desata el pájaro en la rama,
sin nido, o me alcanza un bolero,
evocación de algo extraño, melodioso,
nostalgia perdida, lloro de algo vivo
que está en los sumideros.
Me compadezco.

HAMBRE Y LLANTO DEL CRECER


Desde los días de mi parto, comenzó el llanto
que hoy, sólo en ocasiones, escucho;
se transformó de llanto en hambre
y evoluciona, en lamento
menos dolorosamente.

Al fin, es desaliento, estrés, porfía
en rutinas muy poco deseadas.

Al fin de cuentas,
por mucho o poco que haya sido,
digo adiós al hastío.

A veces me descubro menos infeliz
y aseguro, «no lo merezco».
Veo a otros que padecen mucho más
y carecen de ojos y no ven
otros bosques y piernas
que caminar o explorar
co lo dulcemente dado.

5-9-2003

LA HISTORIA ASUSTA


Una linda mujer me quita las fatigas.
Una musa de carne y hueso me devuelve propósitos.
La dicha aún musita lindamente y me llama.
Esta es la paradoja. El dolor se alquimiza.
La piedra bruta tiene días para forjar el oro.

Esta es la fe por la que digo:
«Aún podemos. Tras la sinrazón
que limita y desfigura, lo sublime da pálpitos,
hay claros en medio del olvero.
Hay misterio de amor en arquetipos».

Pero es verdad. La historia asusta.
Te jala los pies y tú te cagas o te mueres de risa.
Todo depende del Dios que te da ventanas
y de entrar por ellas como luz en tus ojos.

LOS CAMINOS


El camino ya no es lo que fue.
Hoy son demasiadas pisadas y huellas borrosas.
La hojarasca cubre todo. Urgen las manos escarbadoras
y las pezuñas afiladas. Urge todo en la eras sin metarrelatos.
Hasta para el hombre extendido falta olfato.

No hay referencia racional ni una guía
ni un faro. El horizonte es una noche oscura
y una bala perdida y una fantasmagoría
de fríos súbitos y gemidos parciales.

El caminante tantea. Es todo lo que puede.
Escarba en tierra cuando piensa en las viejas
razones circunstanciales que antes llamó una pista
del olfato, instintos de un proyecto vivido.

El camino se ha vuelto polisémico.
No es fácil colegir un destino cuando todo
es fragmentario, ajeno, sin los mutuos valores
del que pensara una historia lineal, madre
de todos, unificadora de hablas y sentidos.
La ruta huele a dispersión y exterminio.

12-5-2002 / De El hombre extendido

QUE DIOS NO VENDRA NUNCA


En vano que le digo: No vengas.
No entres a casa. Estoy como mi lloro desnudo.
Sin una frazada de tu fe en el centro de la cama.


El optimismo es un dios tan profundo que te crispa
Los nervios cuando se vuelve dual y se filtra en la Maya
de tu rincón humano, el orden natural y el tiempo.

5-9-2003 / El hombre extendido

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Carlos López Dzur y la Generación del Setenta


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Carlos López Dzur
TEXTOS SUELTOS / LIBROS DIVERSOS

Carlos López Dzur y la Generación
del Setenta


Por Juan Romero Villanueva / Guadalajara, México

El nombre de Carlos López Dzur no es desconocido en la red electrónica, donde él hizo su trinchera de comunicación desde hace más de una década, haciéndose presente, con sus archivos, para compartir nueve libros de poemas, uno o más libros de cuentos, varios volúmenes de ensayos filosóficos, novelas y monografías historiográficas sobre el Siglo XIX en San Sebastián del Pepino (Puerto Rico). Posiblemente, ya tiene cerca de medio millón de lectores de habla castellana que le admiran. Estos son cibernautas que buscan en sus escritos las facetas de conocimiento que él maneja: el genealogista, el historiador interesado en microhistorias municipales, el conocedor del Tantra Yoga, el teórico anarquista, el crítico heideggeriano y el poeta latinoamericano cuyo mundo simbólico y ecléctico, a veces contracultural, fascina a poetas nuevos y veteranos que entran en sus redes.

Hallé su nombre antologado entre los poetas nativos de Baja California (México), hecho que se explica por la creencia de que, durante el Centenario de la Fundación de la Ciudad de Tijuana, se pudo convocar la presencia de un tijuanense de excepcionales dones con la palabra poética; pero, los temas de López Dzur en revistas universitarias de UC, La Jolla y SDSU, motivos para su inclusión en la antología, aunque temas tijuanenses y chicanos, fueron signos de simpatía y solidaridad por su parte; no la determinación de su nacionalidad.

Por una pieza de prosa poética, titulada Mi araña predilecta en el congal, por años los cibernautas de El Salvador festejaban al narrador que le dio memoria humana, belleza enternecedora, al tránsito de huída y migración de una familia salvadoreña, dos enamorados que se reencuentran, tras peripecias en la frontera, tema de ese cuento. Esta familia, que entró por Tijuana a los EE.UU., escapó de una guerra de doce años que ocasionó 75,000 muertos, durante el periodo que se extiende de 1979 al 1982. Antes de plasmarse como ficción en un cuento la historia de la familia aludida fue un testimonio periodístico.

Mas no fue un salvadoreño, u otro centroamericano, quien literaturizaba la anécdota de la cruzada, el bar y el periodo bélico de la historia. Al autor bastaba ser reconocido como latinoamericano. Otros, como lectores, dijeron que López tendría que ser un héroe de los suyos. Ni aún la compositora belorusa Galina Gorelova que ha convertido en corales, música de piano para voces de barítonos, algunos textos de López Dzur, en la serie Song-Cycle on Latin American Poetry pudo, en 1986, determinar de qué país proviene este autor cuyos textos la inspiran y, que siendo latinoamericano, lo mismo trabaja con materiales conceptuales de Cachemira (India), como el tantrismo, que con temas alusivos al mundo islámico, azteca y maya, sin desdeñar su Caribe, como se evidencia con su libro Lope de Aguirre y los paraísos soñados, donde la mitología aruaco-taína se complementa con la personalidad del maltrecho Príncipe de la Libertad, buscador de El Dorado, alias Lope El Tirano o Aguirre el Loco.

Al juzgar la porción de la obra de la literatura que conociera de López Dzur, el periodista mexicano Francisco Valverde escribió:

«La producción literaria de Carlos López Dzur es multifacética y multidireccional. Este asomo es sólo un breve acercamiento a la literatura del autor que, de ninguna manera refleja todo su peso intelectual; por el contrario, sólo pretendo mostrar un aspecto de la obra del joven escritor cuya pluma es capaz de fragilizar apariencias hasta dar con la esencia en un constante ejercicio intelectual... Su obra es como un prisma que filtra luz y le da varias direcciones. Permite interpretar una historia desde una gama de puntos de vistas, pero que, sin embargo, tiene condición visceral en la medida que su obra cuestiona las formas y adornos del American Way of Life hasta hacer emerger aspectos profundos de una realidad que no es tan bondadosa.

De vigorosa prosa, rica en el manejo del lenguaje español, desde un nivel coloquial hasta un exquisito tratamiento que va del conocimiento esotérico, al religioso y al científico, la de López Dzur es obra que penetra en los laberintos de la problemática existencial de los seres marginados, olvidados y escondidos por un sistema social que hace malabarismos extraordinarios por conservar limpio el concepto de Sueño Americano.

Si alguien desea ver en la obra de López Dzur un personaje absolutamente feliz por insertado en el sistema social norteamericano difícilmente lo encontrará»: Asomo a la obra del escritor Carlos López Dzur: La Creación Literaria como Vehículo Desmitificador, 29 de diciembre de 1989, publicado en Unión Hispana (Santa Ana), ps. 25-28.

El interés por un poeta como Carlos López en los Estados Unidos, si ha sido poco, tal vez se deba a que escribe en español. Su obra está diluída en esa etiqueta dispersiva, pero a la vez unificadora que es llamada lo «Latino», es decir, no en el sentido étnico-nacional, sino el idiomático. Este es un autor que escribe en español y que, por ello, será parte de la marginalización. El Mainstream consagra a quienes hacen su crossover y, siendo latinoamericanos, escriben en inglés y se asocian a las grandes publicadoras y editoriales universitarias.

López Dzur obtuvo un premio competitivo en The Chicano Literary Contest, de la Universidad de California, Irvine, en 1986, pero, con el libro El hombre extendido, no hubo el empeño de hacer el crossover; no hubo renuncia a su idioma y a su multidireccionalidad temática. El inmigrante indocumentado de López Dzur se resiste a ser pocho. Lo mejor, o más plausible, a lo que se atreve ese mojado que penetra desde el Sur al Norte californianiano, hablante y personaje de su libro, es a solidarizarse con los que son parte sincera de un movimiento, cultural y social, que él comprende como necesario. Políticamente. López Dzur entiende la chicanidad, pues con ésta no se patrocina una asimilación para hacer menos visible y más difusa la mexicanidad ancestral. No todos los mexicoamericanos son chicanos. Pero otra vez: el autor no es un mexicano, aunque ha sido listado como tal en índices de escritores que hay en la red.

La presencia de López Dzur como estudiante graduado, profesor e investigador, en los Estados Unidos, así como sus publicaciones en California, han llamado la atención de algunos académicos y críticos. En particular, cuando fundó una revista multicultural; por desgracia, con corta vida, Sequoyah. En este proyecto, coincidieron como editores y colaboradores los doctores Juan Manuel Bernal Becerra, David Becerra, mexicanos, Ivón Gordon Vailakis, colombiana, los tres adscritos entonces a SDSU y UCI, Irvine, los profesores Césár González, Miguel Menchaca, del San Diego Community College, también mexicanos y otros. En común, el respeto por la cultura chicana.

Rosario Mosso Castro, reseñista literaria del semanario Zeta (Baja California, México), en una nota sobre los primeros cuatro números de esa revista, escribió en la edición del 11 al 17 de enero de 1991: «Sequoyah se puede considerar un espacio novedoso que, en sus primeros números, ya se empieza a perfilar como una vitrina en la que se expone la perspectiva adquirida por los artistas en el proceso de la aculturación... Por medio de los escritos se ofrece una confrontación de estudios acerca de la aculturación y las relaciones sociales. De esta manera, proporcionan al público un vistazo por ambas caras de la moneda, dándole la oportunidad de formar su propio criterio» (pág. 25).

Para César González, respetado crítico y académico chicano, Sequoyah iba en camino de «crear una promoción de nuevos artistas, críticos y poetas» dentro del movimiento.

Antes de la desaparición de Sequoyah, la presencia poética de López Dzur seguía viéndose en las ediciones de la revista Melquíades, de la Asociación de Estudiantes del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de California, Irvine. Por la edición especial de esta revista, supimos que mucha obra escrita por él y que no es citada en su website como el libro de cuentos La adorada fiera, los poemarios Sisifescamente pigmalionados y Cuaderno de amor a Haití (1979), se perdieron. Este último, el Cuaderno,recibió un premio de la Sociedad Cultural Iberoamericana de Los Angeles; pero, como me escribiera López, «esos libros son un material perdido; la vida me ha exigido algunos viajes y abandonos fuera de los EE.UU. y ya no suelo mirar atrás a buscar la cantidad de libros acumulados y mis archivos personales, con textos inéditos; yo pienso que esos temas volverán con otra madurez y efectividad de palabras».

Han sido varios estudiosos mexicanos y chicanos los que se han interesado en el estudio crítico de la obra poética de López: Juan Romero y Luis Cariño Preciado estudian La Casa; David Páez, El hombre extendido, Magda del C. Iñiguez, Tantralia, Clotilde Dávila se interesa en una visión panorámica de toda su obra y la venezolana Roxana Aristy ha comentado críticamente a Lope de Aguirre y los paraísos.

Aún yéndose de Puerto Rico, a temprana edad, Carlos López Dzur mantuvo sus ojos en los horizontes puertorriqueños y su quehacer literario. Admira la obra crítica y narrativa de Carmelo Rodríguez Torres, Jorge María Ruscalleda Bercedóniz (quienes fueron sus profesores), la poesía de Vicente Rodríguez Nietzsche, autores de la Generación del '60 y muchos otros poetas, cuentistas y críticos, cuyas presencias se hicieron notorias en Guajana y En Rojo; recuerda a José Luis Méndez, Cirilo Toro Vargas, sus primer editores Ramón Vargas Pérez y Ché Meléndes, Rosario Ferré («Zona de Carga y Descarga»), los autores de las revistas Palestra, Ventana y otras, a las que enviaba sus cuentos, el género que más cultivaba entonces. Desde California enviaba sus cuentos, pero si se enteraba de lo publicado, lo adjudica a milagros.

«Sólo muy recientemente se reanudó mi contacto con escritores puertorriqueños, en vista de la necesidad de que se informara si estoy vivo o muerto, porque, si no se está materialmente con ellos, con esos escritores, o tus libros no son editados allá, ya no existes. Yo soy, sobre todo, un ciberpoeta y, triste es decirlo, pero los pepinianos, si me conocen es, por referencia, porque siempre tengo una monografía disponible, novedosa, creada con el material que por mí fue recaudado en tareas de investigación por años; aún así, me siento muy cerca de ellos. Mis libros, casi completos, pueden accesarse en la internet. Lo que yo entiendo que es mi tarea, como poeta y narrador, es dar la oportunidad a que se conozca mi obra y se lea. En ese sentido, siento que he cumplido con decir, No estoy muerto; sí muy activo. armonizando mis caprichos con palabras; aunque estoy críticamente inédito».
De quienes en Puerto Rico, en cuya Generación del Setenta halla su pertenencia por afinidad de lecturas y amparos de formación académica e intelectual, vieron en él una promesa de consistencia creadora, mencionó al poeta, crítico, teórico y editor Joserramón Meléndes, al teatrista, poeta y sicólogo Dr. Joaquín Torres Feliciano y al poeta Iván Silén, los dos últimos residentes en Nueva York. A estos hombres, él reconocerá «un sentido de genialidad, energías creativas de impacto; la obra de ellos crean adhesiones e influencias profundas. Uno se siente orgulloso de tenerlos como mentores; guías generacionales, en tiempos en que hay tanta egomanía y exclusión».

Conociéndolos, leyéndolos, conversándoles, «uno puede seguir su propio camino; estar ausente y sentir la calidez con que dan la bienvenida a lo que publicas; ellos sí te leen; otros se leen y se aplauden vanidosamente a ellos mismos». De Torres Feliciano recibió el apoyo para su proyecto acerca de la historia municipal del pueblo de Puerto Rico que más ama (San Sebastián del Pepino) y que, como prerrequisto, tuvo el desafiar los tabúes y apaños del desinterés y el encubrimiento saboteador, sólo así se reestablecería un canal de diálogo y recuperación del pasado histórico que estudia.

Joserramón Meléndes publicó los primeros 19 cuentos que López escribiera y que constituyeron Sarnas de la ira parda, publicado en agosto de 1980, en cuya contratapa el poeta y editor de QeAse, resumiría el contenido del libro y la significación del autor para la literatura del país, estando él en una etapa tan joven de su vida:

«Si Lope de Aguirre es el segundón, bruto i solo, botado a su erensia asia un sueño cuya realisasión es el desqite; La casa de Evaristo representa la trajedia de una peqeña burgesía falsificada cuya liberasión es la ruina. Si Rafa te ví es la nostaljia del poder nacional abortado por una clase compatriota predominante de asalariados miserables; Doña Bisa es el fantasma de su alcanse, asta en su fantasmagoría, destronado por la bulgaridá. Así, nostaljia i falsificasión de las salbasiones El alma de papel i El descarnamiento; como son berdades cotiadianas El reloj, El veterano, El testimonio, ¿Cómo eres?, de la bida mediana jeneralisada i sus salidas. I en la capa más profunda de lo sosial, en lo inconsiente, esa muerte tuyida de La cajita de maullidos (¿símbolo?), i esa promiscuidá, ese insesto de la miseria qe corre desde El salvador asta La cacería; lúsido catálogo de deprabasiones, como un retrato del fracaso sobreimponiendo los prosesos autocanselantes de la irrealisasión... Como dijimos cuando su poesía: Lo qe aya qe desir de Carlos A. López, se dirá de su prosa. Sus cuentos retoman la altura de la mejor tradisión puertorriqeña qe conosimos asta Luis Rafael Sánchez»
En las revistas de la Generación del '70, López Dzur tiene alguna presencia como colaborador de cuentos. Dice que son textos que ya no recuerda. Un día le sorprendió que recibiera una carta del Dr. Alberto Martínez, diciéndole cuanto lo admiraba y recordarlo por los cuentos de «Sarnas y otros que ya no recuerdo, aunque sus títulos se me hicieron familiares».

Para esos mismos días, es que López Dzur responde al llamado de autores y compueblanos como el cuentista Dr. Cecilio R. Font, Ramón Luis Cardé, Eliut González y Joaquín Torres Feliciano, quienes de alguna manera se recontactaron con su obra y saben cuán activo continúa como creador.

Los libros poéticos de López Dzur son inmensos y cambiantes. Por lo general, son poemas extensos numerados que trabajan en torno a tópicos que se relaciona al metarrelato metafórico mayor. Es la razón por la cual él no se decide, comúnmente, a publicar en papel y fijar así las unidades de aproximación a sus temas. En el proceso de escribir va parejo su proceso reflexivo.

«Escribo para vaciar cosas que ya he pensado sobre mis temas. Pienso que regresaré a mis textos poéticos y que será divertido dar explicaciones filosóficas a lectores que no tienen mucho entrenamiento para comprender lo dicho, tienen el entusiasm espontáneo y puro; ya he encontrado y dialogado con existencialistas y heideggerianos. Ellos toman muy en serio mis poemas, aunque les digo que son apuntes. No publico libros porque mis textos son provisionales y me gusta reinterpretar, hermenéuticamente; luego, trabajo en muchos géneros (cuento, novela y ensayo), y no digo que sufro organizando esos materiales, sólo que me disperso; toda mi obra es una vivencia de arte, no entendida como premura o conjuntos de reglas, por la que siento el afán de normatizar y datar para una bibliografía... Recuerdo a Rubén Darío cuando decía, ya no sé dónde, que el arte es una armonía de caprichos».
En la selección que hicimos aquí, para esta primera antología, tomamos en cuenta nueve libros que son de acceso público por la internet en los archivos poéticos del autor. También muchos de estos textos han sido compartidos en revistas electrónicas, principalmente, El Perro Andaluz, Adamar, Relim, SerPoeta.com, Mizares, Letralia, Muestrario de Palabras y otras. No hay, como se verá, un orden cronológico de su autoría y publicaciones.

Son libros prácticamente inéditos para quienes leen sólo lo que se edita en papel y no son activos cibernautas. Cualquiera de los libros puede contener textos que fueron escritos a mediados de la década del 1970, cuando arranca su deseo de poetizar, pese a la predilección por el cuento. Sus libros con poemas de más reciente creación son Estéticas mostrencas y El Libro de la guerra.

Este último porque el atentado del 9 /11, la Doctrina Bush, The Patriotic Act y la diplomacia de fuerza y despojo en Medio Oriente le permite el ejercicio poético como protesta. Los poemas, elaborados más tempranamente en su historial poético, están predominantemente insertados en los libros, Las zonas del carácter y
Heideggerianas. En las nueve partes de este libro hay, como muestrario antológico, los textos que revelan el origen y la unidad del libro pretendido por el autor. He respetado el criterio de López Dzur en cuanto a seleccionar los poemas que dan mejor la idea de la intencionalidad del autor al titular, conjuntar y organizar ciertos temas que son, primordialmente, los siguientes:

(1) El hombre extendido, libro que fuera premiado en UC, Irvine, y parcialmente publicado en papel, explora el tema de la emigración, la solidaridad con el paisano indocumentado en los EE.UU. que arribara por necesidad, con una intensa ética de trabajo y ambición de progreso, los desafíos materiales y espirituales de tal inmigrante, los problemas de su explotación y desajuste cultural en el Norte, el deseo de participación en el difuso Sueño Americano, la noción de su soledad (como se puede ver en textos como Me olvidan, A nadie tengo aquí y Negada fue la Tula verdadera). Hay unas líneas de un poema del libro que sostienen la atmósfera optimista del libro y que explica el título: Me gusta ser el hombre / que se extiende / una frontera más, / allende la tristeza.

(2) Su libro
Tijuana: dolor de parto es el homenaje a una ciudad en la frontera mexicana con San Diego, donde viviera el autor y que, dentro de esa coyuntura que mezcla una asimilación desordenada, se fortalece con un tránsito de población de la provincia y de Centro América que la reviste de su personalidad, de modo que no perezca su latinidad esencial. Tijuana está en un parto permanente y marca el contraste entre la ciudad primorosa del Mundo Desarrollado y la ciudad tercermundista. Lo que en Tijuana es importante, al parecer de López Dzur, es la gente que describe y conoce de ese lugar. Explica que la idea de escribir su libro sobre Tijuana surgió con Las Esfinges, textos sobre las calles Coauhuila y Revolución, textos a los que quiso buscar una unidad etológica diferente a la que se contiene en Tantralia y El hombre extendido. El primer texto que escribiera para ese libro se relacionó a La Ballena, la barra / taberna más grande del mundo hasta que desapareciera a principios del '60.

(3) La casa es un libro que se publicó en papel, en 1987, con prólogo de Juan Romero Villanueva. Se expone en el libro que el lenguaje es la casa del Ser. Al comentar estos elementos, el reseñista peruano Luis Mendoza Cordero mencionara en un escrito en la prensa, el 22 de enero de 1987: «López Dzur evidencia que su vena creativa es una catarata de verbos y figuras linguísticas, refrescante y torrencialmente desatada... En uno de sus libros ('La Casa', 1987) encontramos reminiscencias filosóficas del tantrismo védico... Es latente la reflexión heideggeriana, la incansable búsqueda ontológica del ser en el lenguaje».

El chileno Eduardo Rojas escribe: «Carlos López Dzur tiene la virtud de atrapar al lector con su populismo social, lleno de crudeza, de una violencia sutil que a ratos estremece... En pese, ¿de dónde nace este manantial creativo del poeta? Simplemente, de su andar por la vida, de sus experiencias, de sus memorias y viajes, de su incansable búsqueda por encontrar la verdad».

El prologuista de este libro también recuerda:

«En su caso (Carlos López Dzur), se armonizan dos culturas en una forma que respeta la expresión invocativa, profética y lamentativa, de lo hebreo y la espontaneidad y franqueza del Caribe. Como moderno Jeremías, profiere sus 'Lamentaciones' y conmina a los creadores a que vean la situación actual de la literatura, cuestionándoles como el profeta: ¿No os conmueve a cuantos pasáis por el camino? Mirad y ved si hay dolor como mi dolor me ha venido (Lamentaciones 1:12)... En sí, López Dzur viene a ser la personificación de los caracteres favoritos del dramaturgo Alejandro Casona, quien llamó sembradores de amor, caridad y poesía' a quienes crean formas que dan algo de felicidad a otros».
Y Adriana Cortez Reyna agrega: «En realidad, el libro La casa habla claramente de la vida y del origen del autor, haciéndolo original porque es difícil hablar del anarquismo, cuanto más llevarlo a las páginas del libro y sostenerlo como López Dzur» (en el semanario ZETA, Tijuana, Baja California, 10 al 17 de marzo de 1989), citado de su reseña del libro.

(4) Tantralia es el libro lopezuriano que impacta a todos los que leen sus textos sobre la sexualidad y las relaciones humanas. López Dzur dice que ese libro constituye uno por el que preguntan quienes, cansados de leer sus temas políticos e históricos, irrumpen con la interrogante: ¿Escribes temas románticos? Sin embargo, cuando se comienza a leer Tantralia, uno de sus libros más extensos y complejos, es obvio que el poeta se ha puesto a pensar en la cosmogénesis con imágenes poéticas, al viejo estilo de los griegos y el orfismo. Es obvio que elucubra sobre la evolución química del Universo, el equilibrio termodinámico de la Física, previo a la evolución orgánica, con conceptos del Vedanta y el Tantrismo / ciencia del éxtasis, el placer y el amor. Y, si bien él no es un físico-matemático, sus codificaciones son ejemplos de su vasta curiosidad por la síntesis de imaginación y especulación científica, de arte y ciencia.

El gozo tántrico de la vida y el sexo, se aplica a la visión cósmica de todo lo existente. López Dzur habla sobre un universo que evita su colapso (su entropía negativa) al mantener ese balance de atracción y repulsión, que plasma el universo estático, universo eterno, con procesos irreversibles y equilibrio termodinámico. Universe is still busy unwinding and wounding up, escribe él a una de sus lectoras interesada en sus comceptos tántricos sobre la energía. Además de su manejo del erotismo, léxica y líricamente metaforizado y dignificado, pero suficientemente pasional para revelar las convicciones sinceras del autor, Tantralia da homenaje a Shiva (Siva) y Parvati / Shakti. López reconstruye poéticamente la dialéctica Destrucción (maximum molecular disorder, or entropy, after a pre-existing void / y Conservación (la gravedad como fuerza atractiva. Su Durga erotizadora refiere a las condiciones extremas del universo inicial, pero tal primeval universe, or big bang singularity, finalmente es descrito con los símbolos creativos, manifestados, de un Gran Orgasmo.

En sus orígenes doctrinales, más que hoy, los antiguos diálogos entre Siva y su consorte Durga tocaban 5 diferentes materias: (1) la manifestación y evolución del universo; (2) su destrucción (siendo esta la etapa en que Durga se sincretiza con Kali, la deidad negra de la que Calcuta adquiere su nombre; (3) la adoración de divinidades (energías); (4) la obtención de objetos o bienes por deseo egoico o, en su mejor caso, de super facultades (de tipo espiritual) y, finalmente, (5) los modos ritualizables o métodos para la unión con la divinidad suprema del cosmos a través de la meditación contemplativa.

Esta poesía de Tantralia escarba en las cinco inquietudes de una doctrina que data de la más remota antiguedad.

(5) Heideggerianas no es una refutación de Martin Heidegger, sino el descubrimiento de los puntos de coincidencia. Los tópicos del Don Nadie y el destino en común, la inautenticidad y las temporizaciones del ser-hombre en su mundanidad, son temas recurrentes en la poética de López.

(6) Las zonas del carácter son un libro de confesiones biográficas. El autor habla de su carácter y temperamento. De este libro, una continuación si se quiere de La Casa, vale decir lo mismo que ya es mencionado por los reseñistas.

(7) El Libro de la guerra es un libro de combate espiritual; pero un alegato sinceramente pacifista. Aquí está su pausado empeño por trabajar en un libro que titulara El libro de anarquistas que se tornó en prosa y crítica literaria.

Al juzgar algunos temas del libro, el poeta y escritor Daniel Montoly ha dicho:

«... En estos tiempos de complicidad alzar la voz contra los poderosos y tomar partido por los débiles, es como suicidarse grupalmente, porque la indiferencia parece ser la nueva moneda de cuño y los pilatos abundan por doquier. Admiro que tengas una conciencia tan clara en cuanto a la finalidad de la poesía en un momento que muchos la usan para limpiarse el trasero de manera metafísica. Infiero que eres joven y que te aguarda un gran trecho de éxito por delante, porque tienes coraje y fuerza expresiva en lo que escribes, pero sobre todo sabes ir al lado donde los tiempos demandan que vayas. Haces un excelente recorrido por conceptos y tópicos tan interesantes y para algunos desconocidos. Eso es lo importante de quienes dominan la información y saben comer de otras manos, que no son las oficialmente correctas».
(8) Las Estéticas mostrencas y vitales es una evaluación de las ideologías artísticas y político-sociales más importantes de este siglo. A lo largo del extenso libro, Estéticas es posible darse cuenta la cantidad y diversidad de lecturas que han formado a este autor.

(9) Lope de Aguirre es una figura fascinante de la historia de la Conquista en la América hispánica. El personaje Aguirre el Loco ha fascinado a Carlos López, desde los tiempos de sus primeros cuentos de Sarnas (1980), pero es en el libro Lope de Aguirre y los paraísos soñados donde abunda y explicita el por qué. La poeta Roxane Aristy reaccionó al contenido del poemario diciendo:

«Tu libro Lope de Aguirre y los paraísos soñados alcanza la expresión mitopoética y filosófica de un mundo-selva donde los taínos comulgaban con la naturaleza y eran parte del balance mismo de su ecosistema. Logras pintar el cuadro histórico, la idiosincrasia de los conquistadores y los personajes, cuyo individualismo acentúas y llenas de colorido. Rescatas a las que de otras formas serían las páginas dormidas y olvidadas de un avariento, intelectual y religiosamente obsceno pasaje histórico... Tu voz, tu intención, tu sentimiento y la voz del bohique se hacen una sola voz... Me hubiera gustado que los otros personajes centrales me hablaran personalmente de su dolor... Para mí, no hay separación entre el arte, la filosofia y los eventos reales y surreales que se dan en este camino experimental que llamamos vida. De manera que el tratamiento que le he dado a tu libro ha sido de profunda atención y meditación... El uso de términos del tantrismo y en sáncrito en la primera parte no me pareció chocante, ni innecesario. Quizás porque tenía frente a mí la tarea de aprender un nuevo vocabulario y ya fuera praxis o ditas, no hacía gran diferencia. Eran igualmente dos palabras desconocidas para mí».

«Después de releer la primera parte, pude apreciar alguno de los juegos polisémicos en tu poesía. No creo que te afanaras en "agotar" de una manera frívola los significados de estos lenguajes y, aún más, de estos dos sistemas de creencias, sino que, más bien, los fundiste en su universalidad e hiciste que se complementaran en su esencia intrinseca... Liani es una flor sexual y tú (el bohique) le cantas con la voz-amante. Ya quisiera toda mujer que se le amara con esta fusion de necesidad de sustención y de placer; con todas las papilas gustativas ahí, para distinguir cada sabor, para comer de su variación, y su abundancia con un embebimiento físico y espiritual. Liani es la naturaleza fértil y satisfaciente. Es Atabai, la diosa del amor, y el amor para los seres de la Tierra. Es sensual, todo lo que es y se percibe es al través de los sentidos. Es una danza rítmica. Es el latir del tambor, el guayo que raspa la sonoridad de gozo, de excitación sexual que tensa los músculos y los mece, y lubrica las partes recónditas de la fuente de donde fluye la dicha total, la celebración de estar vivo».

Todo ésto y más está plasmado en esta antología. La voz poéica de López Dzur es fecunda dentro de las muchas perspectivas que se dieron en la generación literaria que le dio pautas.
JRV / México

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